ES HORA DE AMAR

FELIZ CUMPLEAÑOS

 

 

15 de agosto. Fiesta de la Asunción de la Santísima Virgen María. “En esta solemnidad de la Asunción contemplamos a María: ella nos abre a la esperanza, a un futuro lleno de alegría y nos enseña el camino para alcanzarlo: acoger en la fe a su Hijo; no perder nunca la amistad con él, sino dejarnos iluminar y guiar por su Palabra; seguirlo cada día, incluso en los momentos en que sentimos que nuestras cruces resultan pesadas. María, el arca de la alianza que está en el santuario del cielo, nos indica con claridad luminosa que estamos en camino hacia nuestra verdadera Casa, la comunión de alegría y de paz con Dios”. Homilía de Benedicto XVI (2010)#SábadoDeMaría🙏
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#UnidosenelamordeDios

Hoy se celebra el Dia de la Virgen de Lujan. Su devoción es una de las más populares en países latinoamericanos, y sobre todo en Argentina donde es la patrona del país. También tiene fieles seguidores en países vecinos, pues, en 1930, el Papa Pío XI la declaró patrona de Uruguay y Paraguay.
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De cumpleaños en nuestra Diócesis de Apartadó. Bajo el amparo de nuestra Señora Santa María la Antigua del Darién, el 15 de Agosto se conmemora los 29 años de caminar por la región del Urabá - Darién. 

 

ADVOCACIONES MARIANAS EN AMÉRICA LATINA

  • Argentina: Nuestra Señora de Luján
  • Bolivia: Nuestra Señora de Copacabana
  • Brasil: Nuestra Señora de Aparecida
  • Chile: Virgen del Carmen de Maipú
  • Colombia: Nuestra Señora de Chiquinquirá
  • Costa Rica: Nuestra Señora de los Ángeles
  • Cuba: Virgen de la Caridad del Cobre
  • Ecuador: Nuestra Señora del Quinche
  • El Salvador: Nuestra Señora de la Paz
  • Guatemala: Nuestra Señora del Rosario
  • Honduras: Virgen de Suyapa
  • México: Nuestra Señora de Guadalupe
  • Nicaragua: Nuestra Señora de "El Viejo"
  • Nicaragua: Inmaculada Concepción de María
  • Paraguay: Nuestra Señora de Caacupé
  • Perú: Nuestra Señora de la Evangelización
  • Puerto Rico: Nuestra Señora de la Divina Providencia
  • República Dominicana: Nuestra Señora de las Mercedes
  • Uruguay: Virgen de los Treinta y tres
  • Venezuela: Nuestra Señora de Coromoto

 

 

OCTUBRE, MES DEL
ROSARIO Y DE LAS MISIONES


El mes de octubre está dedicado al santo rosario, singular oración  contemplativa con la que, guiados por la Madre celestial del Señor, fijamos nuestra mirada en el rostro del Redentor, para ser configurados con su misterio de alegría, de luz, de dolor y de gloria.

En este mes de octubre, mes misionero y del rosario, ¡cuántos fieles y cuántas comunidades ofrecen el santo rosario por los misioneros y por la evangelización! Así, pues, octubre es el mes de la oración del rosario y el compromiso en favor de las misiones. Cada año la Virgen nos invitara a redescubrir la belleza de esta oración, tan sencilla y tan profunda. El beato Juan Pablo II fue gran apóstol del rosario: lo recordamos arrodillado, con el rosario entre las manos, sumergido en la contemplación de Cristo.

Octubre es también el mes misionero, y el domingo 22 celebraremos la Jornada mundial de las misiones. La Iglesia es por su misma naturaleza misionera. “Como el Padre me envió, también yo os envío” (Jn 20, 21), dijo Jesús resucitado a los Apóstoles en el Cenáculo. La misión de la Iglesia es la continuación de la de Cristo: llevar a todos el amor de Dios, anunciándolo con las palabras y con el testimonio concreto de la caridad. En el  mensaje para la próxima Jornada mundial de las misiones he querido presentar la caridad precisamente como “alma de la misión”. San Pablo, el apóstol de los gentiles, escribió: “El amor de Cristo nos apremia” (2 Co 5, 14). Que todo cristiano haga suyas estas palabras, con la gozosa experiencia de ser misionero del Amor allí donde la Providencia lo ha puesto, con humildad y valentía, sirviendo al prójimo sin segundas intenciones y sacando de la oración la fuerza de la caridad alegre y activa (cf. Deus caritas est, 32-39).

 

 

La palabra Rosario significa “Corona de Rosas”. Nuestra Señora ha revelado a varias
personas que cada vez que dicen el Ave María le están dando a Ella una hermosa
rosa y que cada Rosario completo le hace una corona de rosas. La rosa es la reina de las flores, y así el Rosario es la rosa de todas las devociones, y por ello la más importante de todas.

 

El Papa  San Pío V en su ‘Bula’ de 1569 nos enseñó que “El Rosario o salterio de la Santísima Virgen, es un modo piadosísimo de oración, al alcance de todos, que consiste en ir repitiendo el saludo que el ángel le dio a María; interponiendo un Padrenuestro entre cada diez Avemarías y tratando de ir meditando mientras tanto en la Vida de Nuestro Señor”. El rosario es la oración del cristiano que avanza en la peregrinación de la fe, siguiendo a Jesús, precedido por María.

 

La plegaria del Rosario es oración del hombre en favor del hombre: es la oración de la solidaridad humana, oración colegial de los redimidos, que refleja el espíritu y las intenciones de la primera redimida, María, Madre e imagen de la Iglesia: oración en favor de todos los hombres del mundo y de la historia, vivos o difuntos, llamados a formar con nosotros Cuerpo de Cristo y a ser, con El, coherederos de la gloria del Padre.

 

El santo Rosario es un «compendio de todo el Evangelio”, en cuanto saca de él el enunciado de los misterios y las fórmulas principales; se inspira en el Evangelio para sugerir, partiendo del gozoso saludo del Ángel y del religioso consentimiento de la Virgen, la actitud con que debe recitarlo el fiel; y continúa proponiendo, en la sucesión armoniosa de las Ave Marías, un misterio fundamental del Evangelio -la Encarnación del Verbo- en el momento decisivo de la Anunciación hecha a María. Oración evangélica por tanto el Rosario, como hoy día, quizá más que en el pasado, gustan definirlo los pastores y los estudiosos (La Marialis cultus en el 44).

 

Y, este mismo tenor, la MC 45, enseña que “el Rosario considera en armónica sucesión los principales acontecimientos salvíficos que se han cumplido en Cristo: desde la concepción virginal y los misterios de la infancia hasta los momentos culminantes de la Pascua -la pasión y la gloriosa resurrección- y a los efectos de ella sobre la Iglesia naciente en el día de Pentecostés y sobre la Virgen en el día en que, terminando el exilio terreno, fue asunta en cuerpo y alma a la patria celestial. Y se ha observado también cómo la cuadruple división de los misterios del Rosario no sólo se adapta estrictamente al orden cronológico de los hechos, sino que sobre todo refleja el esquema del primitivo anuncio de la fe y propone nuevamente el misterio de Cristo…”.

 

COMO SE REZA EL SANTO ROSARIO

NUESTRAS RAZONES CATOLICAS DE VENERAR

 A LA SANTISIMA VIRGEN MARÍA

Autor:  Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

 

 

1)      “ADORARÁS AL SEÑOR TU DIOS Y SÓLO A ÉL DARÁS CULTO"

Tengo la impresión que uno los mayores complacencias de algunas confesiones no católicas, es hacernos ver que no respetamos el mandamiento entregado a Moisés (Dt 6,13) “A Yahvé tu Dios temerás, a él le servirás, por su nombre jurarás. No vayáis en pos de otros dioses, de los dioses de los pueblos que os rodean, porque un Dios celoso es Yahvé tu Dios que está en medio de ti”, es decir “Adorarás al señor tu Dios y sólo a él darás culto". Esto es algo que he venido escuchando siempre, y por desconocimiento nos dicen en forma acusatoria, que adoramos a María como si fuera una Diosa. Luego en  Éxodo (Ex 20,3) encontramos « Yo, Yahvé, soy tu Dios, que te he sacado del país de Egipto, de la casa de servidumbre. No habrá para ti otros dioses delante de mí. No te harás escultura ni imagen alguna ni de lo que hay arriba en los cielos, ni de lo que hay abajo en la tierra, ni de lo que hay en las aguas debajo de la tierra. No te postrarás ante ellas ni les darás.

2)      ADORAMOS A DIOS Y CON ALEGRIA VENERAMOS A MARIA

Parte de la ignorancia de quienes gozan de acusarnos, nace por una parte el no saber distinguir entre adorar y venerar, por otra parte comenten una falta de respeto y consideración enorme con Dios, no tener una veneración es decir una máximo respeto de su elegida para engendrar a su hijo Jesucristo, en especial, el negar que María es Madre de Dios, por que si Jesucristo es Dios, y nació del vientre de María, entonces por consiguiente ella es Madre de Dios.

De las tanta Lecturas Bíblicas de las que gozamos en nuestra Fe y finalizamos diciendo es “Palabra de Dios”, encontramos en Colosense 1, 15-19, que dice: “El es Imagen de Dios invisible, Primogénito de toda la creación, porque en él fueron creadas todas las cosas, en los cielos y en la tierra, las visibles y las invisibles, los Tronos, las Dominaciones, los Principados, las Potestades: todo fue creado por él y para él, él existe con anterioridad a todo, y todo tiene en él su consistencia. El es también la Cabeza del Cuerpo, de la Iglesia: El es el Principio, el Primogénito de entre los muertos, para que sea él el primero en todo, pues Dios tuvo a bien hacer residir en él toda la Plenitud”., Y esta Palabra de Dios, ha sido amada por la Iglesia desde su inicio, y no solo aceptando, sino que con el absolutamente convencimiento divino en Dios Padre y en Jesucristo como dice la misma lectura: Jesucristo es quien "es la imagen visible de Dios, que es invisible". Y aún mas: “Pues ha sido juzgado digno de una gloria en tanto superior a la de Moisés, en cuanto la dignidad del constructor de la casa supera a la casa misma. Porque toda casa tiene su constructor; mas el constructor del universo es Dios. Ciertamente, Moisés fue fiel en toda su casa, como servidor, para atestiguar cuanto había de anunciarse, pero Cristo lo fue como hijo, al frente de su propia casa, que somos nosotros, si es que mantenemos la entereza y la gozosa satisfacción de la esperanza.  Por eso, como dice el Espíritu Santo: Si oís hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones  (Hebreos 1, 3-7), porque:"El es el resplandor glorioso de Dios, la imagen misma de lo que Dios es".

Por tanto, si aquellos acusadores conociesen bien a nuestra Iglesia, fundada por Jesucristo ya hace 2000 años, a diferencia de muchas otra Iglesias de reciente fundación y dentro de los últimos 300 años, sabrían que solo a Dios adoramos y que a nuestra Santísima Virgen María, la veneramos, porque es la santa mujer elegida por Dios, nuestro Padre para que diera a luz a su hijo unigénito, y tal como lo dice la lectura: “El ángel le dijo: « No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios; vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús. El será grande y será llamado Hijo del Altísimo”, (Lc 1, 30-32) y La mujer dio a luz un Hijo varón, el que ha de regir a todas las naciones  (Apocalipsis 12, 5)

Seguimos leyendo  y encontramos al ángel Gabriel enviado por Dios diciendo: Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo. (Lc 1,38), mostrando de esta forma como Dios se fijado en ella de entre muchas mujeres de aquel tiempo y le trae de parte de Dios un saludo de mucho ánimo y deleite, “Alégrate”, estas colmada de Bendiciones, entonces si Dios, nuestro Padre se fijado en ella, ¿con cuanta más razón no nos fijaremos nosotros sus hijos?. Su propia prima Isabel, en cuanto la vio exclamando con gran voz, dijo: “Bendita tú entre las mujeres” (Lc 1,42)

3)      UNA VIRGEN DESPOSADA

La lectura Bíblica, dice: “a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María.  (Lc 1, 27)

Otro desconocimiento es el sentido de la palabra desposada, que no significa en ningún caso casada, sino que prometida. La tradición judía daba un período que llamaban desposorio o compromiso matrimonial, período que podía durar de seis meses a un año. Tiempo prudente para que el esposo construyera su casa y acondicionara su campo o lugar de trabajo donde recibiría a su esposa. Durante ese tiempo la desposada, es decir la novia y futura esposa vivía en la casa paterna del novio, protegida por el papa de este, por tanto a las órdenes de su futuro suegro mientras no se casara. Y ellos muy respetuoso del la Ley, velaban porque esta promesa de matrimonio exigía completa fidelidad y cualquier acto de infidelidad debía ser castigado tal como lo determina la Ley de Moisés; en este caso la lapidación.

Entonces los Libros Sagrados, inspirados por Dios y exentos de toda falsedad, pero no siempre leído o interpretados orando con Dios, no dan a conocer quien era y como era la vida de María y nos muestran con sencillez a una joven de raza Judía de unos 15 años de edad, que vivía en el pequeño pueblo de Nazaret (Israel), y estaba comprometida en matrimonio con José, descendiente del rey David.

4)      JOSE UN HOMBRE JUSTO

“El origen de Jesús como Cristo fue así: estando desposada María, su madre, con José, antes de que conviviesen, se halló encinta por obra del Espíritu Santo. José, su esposo, siendo justo y no queriendo denunciarla (o revelarlo), resolvió separarse secretamente (Mt 1,18-19).”

Es así, como decimos que San José es un hombre Justo, él esta convencido de la virtud de María, aunque al principio se turbo porque no concia el misterio de la Encarnación, entonces entre el convencimiento de la santidad de María, se encuentra frente a un misterio que no le es fácil de comprender, y entre eso en un momento decide dejar a María.

San José no conocía el misterio obrado en María, pero Ella si lo conocía, y dejo que Dios mismo saliera en defensa de su virtud y de esta forma luego sucedió.

San José fue un hombre razonable, sensato, prudente y confiado con la justicia de Dios, y esta es la santidad, el confió en Dios. Dice el canto el Salmo 34, 9, “Dichoso el hombre que se refugia en el Señor”, y el canto el Salmo 84, 13, “Señor de universos, feliz el hombre que confía en Ti”

El matrimonio de José con María, tenía una misión importante, ser padre del hijo de María, por eso decimos también que José es un "justo" elegido por Dios para esta misión. Y Para Dios un hombre justo, es un hombre santo, y a los santos, los consideramos venerables y en este santo encontramos un hombre natural, obediente y de gran respeto. Este  humilde servidor, supo acoger en secreto este misterio de la acción de Dios en María y él hizo lo que el ángel del Señor le había mandado, recibir a su esposa, respetarla, cuidarla, acompañarla siempre, participar del nacimiento del Hijo, a quien “puso por nombre Jesús" (Mt 1,24-25).

5)      LAS VIRTUDES DE MARIA

María, “llena de gracias”, era una joven de muchas virtudes, es decir de muchas moralidades, dignidades e integra, tanto que el Señor se fijo en ella. Una de las grande virtudes de María y tan olvidadas hoy efectuarla por los hombres, es la obediencia a Dios, y ella lo demuestra acogiendo con intenso amor el mandato de Dios diciendo: Señor; “hágase en mí según tu palabra”, (Lc 1, 38), y además ella lo hace mostrando otra de la virtudes ejemplares frente de las personas que aman a Dios, la humildad, pues ella responde: “He aquí la esclava del Señor”; (Lc 1, 38)

6)      EL MISTERIO DE LA CONCEPCIÓN

Y el ángel enviado por Dios le dijo a María: “vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús. El será grande y será llamado Hijo del Altísimo, y el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reino no tendrá fin.”

María muestra toda su pureza e inocencia, y Dios le revela a los sencillos, a los pobres y humildes sus misterios, entonces cuando María responde al ángel: « ¿Cómo será esto, puesto que no conozco varón?, El ángel le respondió: “El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el que ha de nacer será santo y será llamado Hijo de Dios.  (Lc 1, 34-35)

La concepción del Hijo de Dios, es fruto del Espíritu Santo y el poder del Dios Altísimo, que descansó sobre ella como una nube, del mismo modo cómo sucedía cuando Yahvé descendía en la Tienda del Encuentro del Santuario, construido por Moisés (Éxodo 40,35). Y es así como la Virgen María es llamada por los teólogos como el “nuevo Santuario”.

7)      LA POBREZA EN LA VIDA DE MARIA

María y José, eran pobres, José vivía de su trabajo de carpintero, es decir labrando con sus manos esas cosas que siempre se hacen con amor y con tanto cuidado. Pero a la vez José era un hombre hijo de una familia de gran dignidad, leemos en el relato: “Sucedió que por aquellos días salió un edicto de César Augusto ordenando que se empadronase todo el mundo. Este primer empadronamiento tuvo lugar siendo gobernador de Siria Cirino. Iban todos a empadronarse, cada uno a su ciudad. Subió también José desde Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, por ser él de la casa y familia de David”, (Lc 2, 1). Y el mismo relato nos muestra su pobreza: Y sucedió que, mientras ellos estaban allí, se le cumplieron los días del alumbramiento, y dio a luz a su hijo primogénito, le envolvió en pañales y le acostó en un pesebre, porque no tenían sitio en el alojamiento. (Lc 2, 6-7)

Otro de los relato que nos muestran su humilde condición es cuando ellos van a presentar al niño Jesús al templo: “Cuando se cumplieron los días de la purificación de ellos, según la Ley de Moisés, llevaron a Jesús a Jerusalén para presentarle al Señor, como está escrito en la Ley del Señor: Todo varón primogénito será consagrado al Señor 24 y para ofrecer en sacrificio un par de tórtolas o dos pichones, conforme a lo que se dice en la Ley del Señor. (Lc 2, 22-24)

En Levíticos, 12, 1-8, están fijadas la obligaciones a las que se refieren, que cuando una mujer concibe y da a luz a un hijo Varón, "Cuando se cumplan los Días de su Purificación, por un hijo o por una hija, Llevará al sacerdote un cordero de un año para el holocausto y luego agrega: “Pero si no tiene lo suficiente para un cordero, traerá dos Tórtolas o dos pichones de paloma, el uno para el holocausto” Y este es el caso de María, que además era pobre, por cuanto llevo para ofrecer en sacrificio un par de tórtolas o dos pichones.

8)      MARIA Y JOSE, UNA RELACION DE AMOR CON JESUS

Los Evangelios nos muestran con mucha claridad la relación de amor de María con su único hijo, relación desde la Misma Encarnación, durante su embarazo, durante el alumbramiento de Jesús, la misma relación de amor de José, quien la cuida y la protege.

Como sabemos, según este relato que hace san Mateo, los magos ya se habían regresado, cuando en el descanso de José, padre de Jesús, en sueños recibe el mensaje del Ángel del Señor, y le ordena que tome al Niño y a su esposa María y huyan a Egipto. La Sagrada Familia, es decir, Jesús, María y su Esposo, José es el de menos dignidad, pero a su vez el de mayor autoridad, el representa la cabeza de la familia, por eso el Ángel se le aparece a él, y él es que da la orden de partir al exilio y seguramente, San José se puso al frente de todo, especialmente al frente de su familia, por tanto al frente de la marcha.

Otro motivo para admirar la humildad y la obediencia, característica de san José, quien sabe perfectamente quien es el Niño, el tiene mucha conciencia de quien es María, el sabe, porque el Ángel se lo ha revelado, tiene a su cargo el cuidado de Jesús y su Madre, responsabilidad que asume con gran amor. San José, es modelo de obediencia, “Levántate, toma al niño y a su madre”, le dice el Ángel, y él, no hace ningún cuestionamiento, no titubea y obedece de inmediato.  Así es, como José con prontitud, sin esperar que amanezca, prepara la huida a Egipto, sale entonces esa misma noche con su familia (Mt 2, 13-18)

Otro capitulo muy interesante, es su angustia al encontrar después de tres días de desaparecido a Jesús de doce años, sentado entre los doctores de la ley en el santuario de Jerusalén (Lucas 2, 48), guardando todas estas cosas en su corazón (Lucas 2, 51).

Este fragmento del Evangelio según San Lucas, invita a fijarse en varios puntos, donde se habla de las costumbres de las familias judías en tiempos de Jesús, reflejadas en la vida del matrimonio de San José y María Santísima, pero también invita a reflexionar sobre como Jesús, hace ver que su prioridad es su Padre celestial frente a la más que legítima angustia con que María y José anduvieron tres días buscándolo a él, extraviado y hallado finalmente en el templo.

En los primero versículos, detalle muy importante a considerar, dice: Los padres de Jesús iban todos los años a Jerusalén en la fiesta de la Pascua. Es decir, José y María tenían por costumbre subir a estas fiestas de la Pascua, con este detalle, se puede afirmar aún más la virginidad de María, como es lógico pensar, si hubiese estado embarazada y con más hijos pequeños, no hubiese podido subir cada año a Jerusalén, ya que habría tenido que cuidarse y su pequeños no le hubiesen permitido hacerlo.

También los Evangelios nos muestran otra parte importante de su relación con su único hijo, en el comienzo del ministerio de Cristo cuando le pide que realice el milagro de la conversión del agua en vino. La fidelidad a su Hijo en la bodas deCaná, al indicarle a los que estaban sirviendo el vino, "Hagan todo lo que el les diga" (Juan 2,5); y en el Pentecostés, cuando recibe el Espíritu Santo en forma de llamas de fuego, en compañía de los once apóstoles, los parientes de Jesús y otras mujeres (Hechos 1, 12  14).

Y así María, acompaña a su hijo hasta la cruz, con todo el dolor de toda buena madre, que sufre al ver a Cristo clavado en la cruz lleno de heridas y golpes en todo el cuerpo (Juan 19, 25; Isaías 52, 13…“14), hasta el punto que era como si una espada le traspasara su alma. Cumpliéndose así la profecía de Simeón, cuando el pequeño Jesús fue presentado por sus padres en el templo de la Ciudad Santa según la ley mosaica ( Lucas 2,22-35; Juan 19,31-34).

Y Con todo, clavado y agonizando en la Cruz, a pesar del agotamiento físico y la cruel agonía en el madero, su único hijo, el Hijo de Dios, antes de Morir sacó fuerzas suficientes para encomendar el cuidado de su madre, a Juan, el discípulo amado: “Junto a la cruz de Jesús estaban su madre y la hermana de su madre, María, mujer de Clopás, y María Magdalena. 26 Jesús, viendo a su madre y junto a ella al discípulo a quien amaba, dice a su madre: “Mujer, ahí tienes a tu hijo. “ 27 Luego dice al discípulo: “Ahí tienes a tu madre.” Y desde aquella hora el discípulo la acogió en su casa. (Jn 19, 26-27)

Por cuanto nosotros los católicos, tenemos muchos argumentos bíblicas, para reconocer que María es la “madre del Señor” (Lucas 1,43), quien tomó la naturaleza humana al nacer de su vientre para traer la salvación a toda la humanidad (Gálatas 4,4; Filipenses 2,6-8). Como si fuera poco, la Santísima Virgen proclama que todas las generaciones la llamarán “Bienaventurada» porque el Todopoderoso ha hecho en ella grandes cosas” (Lucas 1,48 -49), por tanto son muchos los motivos para venerar, y de rodillas admirar a la Santísima Virgen María

9)      "TU MADRE Y TUS HERMANOS ESTÁN AHÍ AFUERA Y QUIEREN HABLARTE".MT 12, 46-50

De este evangelio, nuestros hermanos que profesan su fe a nuestro mismo Dios y a nuestro mismo Cristo Jesús, buscan dar interpretación a nuestro modo de sentir la Palabra de Dios, algo muy distinto. En efectos, con mucha insistencia buscan mostrar que la Virgen María tuvo más hijos dándole otra explicación y no dejando en claro cual es el verdadero sentido de la palabra hermano para los judíos.

Jesús estaba hablando a la multitud, Alguien le dijo: Tu madre y tus hermanos están ahí afuera y quieren hablarte. Ante la presencia de estos vínculos familiares, Jesús aprovecha la oportunidad para dar una gran lección, señalando con la mano a sus discípulos, agregó: Éstos son mi madre y mis hermanos, pues añadió: Porque todo el que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre. No niega el amor a su madre ni a sus familiares, y habla de esa otra gran familia cristiana. No queda atado al solo amor humano de una familia. Hay otra familia espiritual a la que ama, en un orden espiritual y sobrenatural, con amor más entrañable y profundo que el amor humano con que se ama a la madre y a los hermanos.

Sin embargo, Jesús, es un hijo ejemplar de María, la enaltece, la elogia, la alaba, la pone como ejemplo total de mujer y de Madre, ella escucho la palabra divina, y dijo: "He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra". (Lucas 1, 36-38), por eso Jesús dice: Porque todo el que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo, ésa es.. Mi madre. Una vez, estando hablando Jesús a la gente, alzó la voz una mujer y dijo: “Dichoso el seno que te llevó y los pechos que te criaron.” Y Jesús le respondió: “Dichosos más bien los que escuchan la Palabra de Dios y la cumplen” (Lc 11,27-28).No es tal vez María la primera entre aquellos que escuchan la Palabra de Dios y la cumplen? Sin lugar a dudas, María es digna de bendición por el hecho de haber sido para Jesús Madre según la carne, pero también y sobre todo porque ya en el instante de la anunciación ha acogido la palabra de Dios, porque ha creído, porque fue obediente a Dios, porque guardaba la palabra y la conservaba cuidadosamente en su corazón. Esa es mi Madre nos Dice Jesús, ella es modelo, María, amorosamente y obedientemente hizo la voluntad de su Padre, nadie como ella fue tan fidelísima esclava del Señor, en la encarnación y en cada momento de su vida.

Así es como también, extendiendo sus brazos hacia sus discípulos dice estos son mis hermanos, porque sus íntimos reconocen al seguir a Jesús quien es el único Padre, y nos enseña que somos la gran familia de Dios.

Es así como hoy formamos la gran familia cristiana, unidos por el parentesco espiritual.

Este es un reconocimiento de nuestra fraterna unión con todos y nos invita a reflexionar como debemos vivir como verdadera familia comprometidos al proyecto de la construcción del Reino de Dios.

Esta es una invitación a ser parte de la familia de Jesús, compartiendo nuestra vida con El, como buenos hermanos, ayudándonos, siendo solidario, compartiendo las necesidades de esta gran familia, apoyándonos, a vivir sin egoísmo, a compartir la misma mesa, y a obedecer al mismo Padre.

Es infinita la bondad de nuestro Hermano Jesús, ante todo los que hablaba, muestra su divina inclinación a hacer el bien, como en todo y siempre dispuesto a señalar cual es nuestro camino para el Reino, esto es, haciendo la voluntad del Padre, y nos llama con dulzura, suavidad y amabilidad hermanos, para que aprendamos a tratarnos como tal y para vivir unidos por el amor del Padre.

Hoy más que nunca, nos urge comprender este llamado que nos hace Jesús, formamos una comunidad cristiana, unidos por lazos de parentesco espiritual, unida entre sí por el amor al Padre que esta en los cielos, y cumpliendo su voluntad, Porque todo el que hace la voluntad de mi Padre, ése es mi hermano, Es así, como debemos tener entre nosotros un trato de hermanos, viviendo fraternalmente, con amor de hermanos, con gran respeto entre si, afectuosos y en comunión.

Cristo Jesús, María Santísima y san José, vivan en sus corazones

Muchas Bendiciones